viernes, 6 de mayo de 2016

EE

MIGUEL DE LA MADRID HURTADO (1982 - 1988)
MODIFICACIONES EN SECRETARÍAS
A pocos días de que Miguel de la Madrid tomó posesión de la Presidencia de la República, envió una iniciativa de ley al Congreso de La Unión para modificar la Ley Orgánica de la Administración Publica Federal. En ella concluyó modificaciones para adecuar la estructura de su gabinete al proyecto político que tenia planeado para gobernar a la Nación. Le creó al Lic. Francisco Labastida la Secretaria de Energía, Minas e Industria Paraestatal, que sustituía a la Secretaría de Patrimonio Nacional. El cambio de ese nombre no era casual, pues mantenerla como una dependencia que administraba el patrimonio de la Nación significaba que los organismos ahí controlados no pudieran ser vendidos a la iniciativa privada. En cambio su bautizo implica entender al aparato empresarial del Estado como un conjunto de bienes rematables que no formaban parte de la riqueza nacional. Supuestamente para corregir los males de la corrupción y la conducción estulta de las agencias publicas fue creada, también a iniciativa de De la Madrid, la Secretaría de la Contraloría General de la Federación, ahora llamada casi de igual manera. Los mexicanos y ya muchos extranjeros saben muy bien para que sirvió la creación de tal elefante blanco. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el INEGI quedó bajo el control del entonces encargado del despacho de Programación y Presupuestos, Lic. Carlos Salinas de Gortari, absorbiendo funciones que le correspondían en parte al Instituto Nacional de Población, adscrito a Gobernación y otras responsabilidades que le competían a la Secretaría de Hacienda. Esa dependencia se convirtió en una verdadera fuente de investigación privilegiada e incluso de inteligencia política para el grupo compacto salinista que desde esos momentos ya estaba apoderándose de todas las áreas estratégicas del Estado.
POLÍTICAS AUSTERAS FRENTE DE PROBLEMAS ECONÓMICOS
Con una política austera enfrentó problemas económicos muy fuertes, como el descenso del precio del petróleo a nivel mundial.
En el ámbito internacional, cooperó con un grupo diplomático encargado de procurar la paz en Centroamérica.
Un viaje por varios países europeos trajo como consecuencia un intercambio más intenso a nivel comercial, político y cultural.
A finales de su gobierno una muy fuerte devaluación afectó nuevamente la ya quebrantada economía mexicana.
RIESGO DE UNA HIPERINFLACIÓN
A fines de 1987 una gran crisis financiera interrumpió el proceso de recuperación de la economía, con el desplome de la Bolsa Mexicana de Valores. En parte, ésta fue ocasionada por la caída de las bolsas de valores de Nueva York y de los principales centros financieros internacionales; pero también fue resultado de errores cometidos internamente en el manejo del mercado de valores. El ambiente de incertidumbre provocado por ese desplome y una inercia inflacionaria de 6% mensual, dieron lugar a una corta pero intensa fuga de capitales que culminó rápidamente con la devaluación de noviembre de 1987, hecho que colocó al país en el camino de la hiperinflación.
AJUSTES EN LA ECONOMÍA
El gobierno de Miguel de la Madrid se vio forzado a introducir uno de los más severos programas de ajuste económico: recorte de gasto público, aumento a los precios de los productos básicos (tortilla, pan, leche y gasolina), así como una política monetaria y de tipo de cambio orientada a contener el alza del resto de los precios. Se usó un mecanismo nada ortodoxo: la búsqueda de consensos entre gobierno, empresarios y sindicatos a través del llamado "Pacto". Al inicio de 1988 los precios crecían a una tasa anual de 150%. El Pacto permitió que para fines de ese año la inflación fuera de 51%.
Pero el efecto social y político del ajuste fue tremendo. La economía se volvió a estancar y en la elección presidencial de ese año el PRI sufrió la erosión de votos más alta de su historia.
CARLOS SALINAS DE GORTARI (1988 - 1994)
Asumió la presidencia el 1° de diciembre de 1988, el Lic. Carlos Salinas de Gortari, en un periodo extremadamente complicado para México, pues la crisis continuaba afectando la economía nacional.
Durante este sexenio se continuó con la política económica basada en la planeación indicativa, a cargo de la Secretaría de Programación y Presupuesto.
A través de lo que los especialistas llamaron "Terrorismo fiscal", Salinas obtuvo más ingresos; y se deshizo de muchas empresas propiedad del gobierno que funcionaban como pérdidas para reducir los gastos.
Renegoció la deuda externa reduciéndola en un 26% e incluso, en 1991, se reportó el primer superávit en muchos años.
Durante su sexenio, la red de carreteras se reestructuró y se puso en marcha el Programa Nacional de Solidaridad, que se encargó de dotar de agua, electricidad, o banquetas a pueblos lejanos de la ciudad.
A nivel internacional se firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y se lograron muchos intercambios comerciales y culturales con diversos países.
En México durante los años setenta el déficit fiscal y la deuda externa crecieron excesivamente. Por eso, en los ochenta la economía mexicana se estancó y la inflación se disparó. Para volver a crecer con estabilidad de precios, necesitábamos reformar el Estado y promover la eficiencia y estabilizar la economía.
POLÍTICAS DE INICIO DE SEXENIO
Para abatir la inflación nos apoyamos en una política fiscal y monetaria congruentes, que tuvieron su mejor complemento en el Pacto. Así, logramos pasar de una inflación de 51% en 1988 a una de sólo 7% anual en 1994.
No fue un abatimiento ficticio de la inflación, mediante controles artificiales de precios. El Banco de México lo confirmó al afirmar que el Índice Nacional de Abastecimiento de Artículos de la Canasta Básica para 1994 era el mejor que se ha registrado desde que se inició la medición de este índice en 1980…Durante 1994 el abastecimiento de los productos básicos, así como de los demás fue prácticamente óptimo.
Pero no sólo se logró reducir la inflación. Durante los seis años de esta administración la economía creció en términos reales, si bien a tasas todavía reducidas en función de las necesidades del país.
Durante cinco de los seis años, el crecimiento por habitante también fue positivo, pues la economía aumentó por encima de la dinámica de la población.
Con la estrategia de reformas para abrir la economía y reducir la deuda, construimos expectativas favorables para la recuperación económica. Concluida la renegociación de la deuda externa a principios de 1990, durante el resto de la administración la economía pudo haber crecido a tasas anuales de 5% real. Al eliminarse la incertidumbre que producía el endeudamiento excesivo pudieron haberse alcanzado dos puntos más de crecimiento real por año. Además, al fortalecerse la confianza, hubo una notable baja en las tasas de interés y un aumento en la repatriación de capitales.
LA ECONOMÍA GLOBALIZADA DE MÉXICO ANTES DEL TLC
Se pensaba que la economía de los Estados Unidos era una e las más abiertas del mundo, ya que registraba un arancel promedio de sólo 5%: Era cierto pero sólo en parte. La realidad en la aduana era muy diferente y muy complicada. Muchas exportaciones mexicanas enfrentaban aranceles superiores al 20%. Además, a pesar de las negociaciones, había barreras arancelarias (como las cuotas y las mismas limitaciones en la aduana, entre otras) que impedían o limitaban el acceso de productos mexicanos al mercado norteamericano: textiles, siderurgia y agropecuarios, por citar algunos. Adicionalmente, existía inseguridad respecto al acceso de productos, porque a pesar de que podían no enfrentar obstáculos en ese momento, se temía que a medida que adquirieran mayor importancia sus competidores norteamericanos ejercerían presiones para limitar su acceso. Así, aumentaban las acciones proteccionistas y, junto con ellas, algunos fallos unilaterales contra exportaciones mexicanas que establecían impuestos compensatorios y otras medidas de política comercial.
Antes del tratado, muchos productos mexicanos con una gran potencial para venderse en el mercado del norte eran obstaculizados con aranceles mucho más altos, o bien por medio de discriminaciones administrativas. Bastan algunos ejemplos: la sandía tenía arancel de 35%, los espárragos, del 25%, la venta de aguacate estaba prácticamente restringida y era imposible exportar azúcar. Alrededor de 750 categorías de productos tenían aranceles extremadamente altos, algunos hasta de 800%, y se trataba de artículos en los que éramos especialmente competitivos. Además, existía el irritante problema de los aranceles estacionales que crecían de manera exagerada durante aquellos meses en que los productos norteamericanos aumentaban su oferta, como en caso del jitomate. Por si fuera poco, una decisión e la autoridad aduanal podía frenar las exportaciones mexicanas en cualquier momento. Cuando ganábamos mercado, aparecían trabas, como ocurrió con el cemento. EL norteamericano sí era un mercado abierto... pero no para nosotros. Finalmente, al igual que en todo el mundo industrializado, su agricultura era el sector más protegido, con enorme poder político y simpatía de la población, lo que anticipaba una gran dificultad para lograr más exportaciones en ese sector.
PRIMEROS RESULTADOS DEL TLC
La decisión de negociar el TLC se dio en el contexto de la nueva realidad mundial. A lo largo del proceso estuvo presente una preocupación constante entre los mexicanos: ¿La integración económica con los Estados Unidos representaría la pérdida de nuestra soberanía? Sin duda, al negociar, fue necesario hacer concesiones para obtener beneficios a cambio. Con el TLC, el gobierno mexicano tuvo que garantizar que ya no se ejercerían las decisiones discrecionales que otras administraciones practicaron en el pasado para orientar la economía. Sin embargo, ese compromiso no representó una capitulación: mi gobierno no entregó las decisiones a las autoridades norteamericanas sino que simplemente, dejó de ejercerlas de manera discrecional, lo cual había sido un reclamo reiterado de la sociedad mexicana ante los excesos estatistas de nuestra historia. Pero además, la negociación no representó la renuncia a definir el rumbo de nuestra economía, sino la oportunidad de que, con la apertura de los mercados, los estadounidenses renunciaran, también, a la actuación unilateral que sus críticos han calificado como
"expresión de su arrogancia imperial".
INGRESOS Y CONSUMO FAMILIAR
Durante esta administración la tasa de crecimiento de la población se redujo de 2% en 1988 a 1.8% en 1994. Sin embargo, en esos seis años la población total del país pasó de 80.2 a 90 millones de personas, un aumento de casi 10 millones. El puro incremento era igual a la población total de Suecia, Portugal o Austria. El número de habitantes que en seis años se sumó al país equivalía a tres veces la población de Uruguay, dos terceras partes de la de Chile y al total de la de Guatemala. Este crecimiento representó un reto formidable: atender a diez millones de personas adicionales en sus demandas de alimentación educación, salud y vivienda. Además estos nuevos reclamos se sumaban a los rezagos de servicios sociales acumulados a lo largo de la historia.
PRIVATIZACIÓN DE EMPRESAS PARAESTATALES
La reducción de la deuda externa había contribuido a eliminar los pagos excesivos al exterior. Sin embargo, aún teníamos un flanco delicado: las finanzas públicas. Nuestra deuda interna era muy elevada. Al iniciar mi gobierno la deuda interna como proporción del PIB ascendía a 19%.1 Cada año pagábamos los vencimientos del principal, pero lo más pesado era su servicio, es decir, cubrir los intereses. En 1988 la tasa de interés fue de 52% y el año anterior había sido de 122%. El servicio de la deuda era una carga insostenible pues el pago de intereses absorbía casi la mitad de todo el presupuesto federal. La única manera de abatir esos pagos era reducir el saldo de la deuda. No faltó quien propusiera otro método: “ Desatar la inflación para que se desplome el valor real de la deuda”. Ese método era inaceptable pues la inflación también hubiera desmoronado el valor del patrimonio familiar y de los salarios de los trabajadores. El único camino responsable era vender los activos del gobierno, pagar la deuda interna y así evitar el pago de intereses.
FIN DEL SEXENIO
En enero de 1994 se inició en Chiapas un levantamiento armado indígena que provocó una seria crítica internacional contra su gobierno. A partir de ello, sobrevinieron varios acontecimientos que desembocaron en la estrepitosa caída del peso al final de su mandato presidencial.
De este modo quedó empañado su buen desempeño presidencial, el cual había hecho declarar a la prensa, tanto nacional como internacional que era el mejor gobernante de México en los últimos años. Entregó el poder a Ernesto Zedillo y se retiró al extranjero.
ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEÓN (1994 - 2000)
EL ERROR DE DICIEMBRE DE 1994
El 9 de diciembre de 1994, en cumplimiento del mandato legal, el nuevo gobierno presentó ante el Congreso las iniciativas de Ley de Ingreso y Presupuesto de Egresos de la Federación. En cumplimiento de la Ley de Planeación, las iniciativas debían acompañarse del documento de "Criterios Generales de Política Económica para 1995". Este documento estaba firmado por el presidente Ernesto Zedillo. Los textos fueron integrados por un equipo de economistas profesionales encabezados por Zedillo. Al firmarlos, el Presidente reconoció que el documento representaba un análisis cuidadoso. Por eso afirmó:
En este documento se consideran los elementos generales de la política económica para 1995. Esta política está sustentada en el análisis de la situación actual de la economía mexicana, de las condiciones internacionales que enfrenta el país, de los retos y oportunidades que se presentan, así como de los objetivos y propósitos que en las presentes circunstancias es viable y conveniente adoptar.
En el apartado “Política ECONÓMICA, EL Presidente Zedillo incluyó un diagnóstico claro y objetivo de lo acontecido en 1994:
Se estima que el PIB alcanzará para 1994, un crecimiento de 3.1%, no obstante los trágicos acontecimientos acaecidos en el ámbito nacional. Además la inestabilidad de los mercados internacionales propició un repunte de las tasas de interés y un aumento en la paridad cambiaria, dentro de su banda de flotación.
Las percepciones reales de los trabajadores registraron en promedio una recuperación moderada. En particular, las remuneraciones reales medias del personal ocupado en la industria manufacturera aumentaron en un 4.2% entre enero y septiembre de 1994, en relación con el mismo lapso del año anterior.
Para el cierre de 1994, se estima una inflación anual del 6.9%. Éste es el nivel más bajo de los últimos 22 años y es menor, en 1.1 puntos porcentuales. a la inflación de 1993.
En materia de finanzas públicas, se estima que se obtendrá un equilibrio en el balance económico, es decir, el año concluirá sin déficit. Este equilibrio permitirá que, al término de 1994, el saldo de la deuda pública neta, consolidada con el Banco de México, se mantenga en un porcentaje del PIB similar al del año anterior, que se ubicó en 22%
Como se ve al final de estos párrafos, Zedillo hace referencia al saldo de la deuda pública y reconoce su bajo nivel. Nótese que, a pesar de saber que los Tesobonos formaban parte de esa deuda, Zedillo no hace ninguna mención a ellos.
El país enfrenta una crisis económica, pero sobre todo política; pues una vez iniciado su mandato el peso se devalúa drásticamente con lo que se inicia un clima de recepción económica, desempleo y descapitalización de las empresas. Se elabora el plan nacional de desarrollo de recuperación económica, este propone el fortalecimiento de la soberanía nacional; busca la consolidación de un régimen de convivencia social basado en la ley aplicada a todos por igual mediante la justicia: así mismo buscará un desarrollo económico democrático y social para los mexicanos; finalmente el crecimiento económico deberá ser vigoroso, sostenido y sustentable en beneficio de todos los mexicanos.
EL FOBAPROA
Cuando la crisis mexicana parecía que se iba a prolongar, las culpas se pusieron en el pasado. Cuando la recuperación fue más rápida de lo anticipado y se presentaron otras crisis en Rusia y en el sureste asiático, el gobierno de Zedillo se presentó como el milagroso salvador de la crisis, pero ocultó que él mismo la había generado, con sus errores a partir de diciembre de 1994. Entonces pretendió que las reformas estructurales del pasado, en que se basaba la recuperación, no le merecían más que vilipendio y descrédito, al haber alentado la descalificación en bloque de un gobierno al que el nuevo presidente le debía todo.
Para cubrir y proteger sus decisiones discrecionales, los miembros del Comité aprovecharon que la Ley no establecía disposiciones para supervisar ni regular al Fobaproa. La Contaduría Mayor reportó que la CNBV no auditó al Fobaproa. ¿La razón? La CNBV respondió que "ni su ley ni la Ley de Instituciones de Crédito le otorgan facultades" para supervisarlo. Tampoco lo auditó la Secretaría de Hacienda, al no haber disposición expresa en la ley que lo exigiera. La Contaduría lo confirmó:
No se contó con un marco de referencia para el seguimiento de las acciones, el control y supervisión de las reglas de operación del Fobaproa, por lo que los tramos de control fueron discrecionales para el Comité Técnico. ..No se realizaron auditorías a las operaciones del Fondo.
En los hechos, el vacío jurídico garantizó que, en el rescate de créditos y bancos, los operadores del Comité Técnico pudieran decidir la impunidad de unos, el castigo de otros y la falta de transparencia en el endeudamiento más grande en la historia del país. Lo hicieron sin supervisión ni rendición de cuentas.
Ante tales abusos, la Contaduría Mayor expresó un apremio:
Considera necesario que el Ejecutivo Federal debe solicitar al H. Congreso de la Unión su aprobación para el otorgamiento de dichos avales dado el impacto futuro que éstos puedan llegar a tener en las finanzas públicas
No se cumplió este mandato de la Contaduría Mayor del Congreso.
Utilizaron la discrecionalidad para entregar el sistema de pagos mexicano a los bancos extranjeros
La figura presentada alguna vez como el prototipo del neoliberalismo, la primera ministro de Gran Bretaña, Margaret Thatcher, sostenía que no debía entregarse los bancos principales de un país a los extranjeros pues se perdía el control del sistema de pagos. Sólo los neoliberales mexicanos del equipo de Zedillo podían promover su entrega. Eso fue lo que sucedió entre 1995 y 2000. Utilizaron la discrecionalidad para que los bancos extranjeros adquirieran por asignación o supuesta subasta el control de los principales bancos mexicanos.
Fortalecimiento Económico
Los resultados alcanzados en los cinco años de Gobierno confirman que el Programa de Reformas Económicas impulsado por el Gobierno del Presidente Ernesto Zedillo ha permitido que el país tenga un desempeño favorable, generando con ello más empleos para los mexicanos.
Después de la severa contracción de 1995, la economía en 1996 creció 5.1 por ciento y en 1997 se alcanzó la tasa de crecimiento más alta en 16 años, de 6.8 por ciento. En los primeros nueve meses de 1999, el PIB creció a una tasa anual de 3.2 por ciento.
La economía y el empleo
La tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el período 1996-2000 habrá sido de casi cinco por ciento, la tasa más alta para un período similar en los últimos 20 años. En 1999 se estima que el PIB registró un crecimiento real anual de cerca de 3.4 por ciento, cifra que resultará superior a la meta de 3.0 por ciento inicialmente planteada. El dinamismo de la actividad productiva se fundamenta tanto en un mayor nivel de gasto en consumo e inversión interno del sector privado por en el desempeño favorable de las exportaciones de bienes y servicios.
Gracias a la fortaleza económica el empleo presenta una tendencia favorable.
Al cierre de octubre de 1999, el número total de asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se situó en un máximo histórico de 12.3 millones de personas y la Tasa de Desempleo Abierto llegó a 2.55 por ciento en promedio en los primeros 11 meses de 1999, la tasa promedio más baja para un período similar desde que se empezó a calcular este indicador en 1987.
Durante los últimos años, se han fortalecido las bases de nuestra economía.
• En 1999, la inflación acumulada fue de 12.3 por ciento, cifra inferior en más de seis puntos porcentuales a
la del año anterior y menos de una cuarta parte de la que se registró en 1995.
• El crecimiento de las exportaciones ha sido espectacular. El monto total exportado como porcentaje del PIB en 1999 es casi el doble respecto al de 1994.
El déficit en cuenta corriente como proporción del producto se mantiene en niveles moderados y congruentes con la disponibilidad de recursos financieros de largo plazo. Se espera que en 1999 la inversión extranjera directa haya financiado más de 80 por ciento de dicho déficit.
Entre enero de 1994 y septiembre de 1999, México recibió más de 67 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, manteniéndose como uno de los principales países receptores de inversión extranjera entre los países en desarrollo.
• Al cierre de 1999, las reservas internacionales alcanzaron un nivel superior a 30 mil millones de dólares,
uno de los mayores montos en la historia de México.
• En junio de 1999 las autoridades financieras formalizaron el Programa de Fortalecimiento Financiero 1999-2000, el cual incluye recursos por 16 mil 900 millones de dólares en forma de líneas de crédito y comercio exterior y seis mil 800 millones de dólares de líneas contingentes al amparo del Acuerdo Financiero
de América del Norte. Ello, asegura el refinanciamiento de la deuda externa pública en el período 1999-2001 y permite contar con recursos disponibles para hacer frente a posibles eventualidades. Esto contribuirá a garantizar la estabilidad de la economía mexicana durante el período de cambio de Gobierno.
Las finanzas públicas
• La política en materia de finanzas públicas se ha dirigido a fortalecer el crecimiento económico sostenido con estabilidad de precios. Los resultados en el período enero-septiembre de 1999 demuestran que las finanzas públicas se encuentran dentro de los límites establecidos en el presupuesto para el año, y son congruentes con la meta de un déficit público equivalente a 1.25 por ciento del PIB para 1999.
• Al cierre de septiembre, la relación que guarda la deuda externa neta en términos del PIB alcanzó un nivel de 17.5 por ciento. Como se muestra en la gráfica siguiente, a lo largo de los últimos cinco años se ha presentado una disminución progresiva del saldo de la deuda externa como porcentaje del PIB, alcanzando al cierre del tercer trimestre un nivel equivalente a poco más de la mitad de lo observado cuatro años antes.
• Por su parte, al concluir el tercer trimestre, la deuda interna neta representó nueve por ciento del PIB cabe mencionar que las políticas establecidas a lo largo del año han propiciado un incremento considerable en el plazo promedio de los valores gubernamentales emitidos en el mercado doméstico.
El Presupuesto de Egresos del 2000 es de alto contenido social
• El proyecto de Presupuesto de Egresos aprobado por la Cámara de Diputados es el presupuesto con mayor contenido social en la historia de nuestro país.
• En el presupuesto del 2000, por cada 100 pesos que erogue el Gobierno, casi 61 serán destinados a promover del desarrollo social, el porcentaje históricamente más alto. Además, como proporción del PIB o en términos per-cápita, el gasto social representará también un nivel máximo en la historia reciente del país.
• El Presupuesto del 2000 es federalista ya que por cada peso de gasto que erogue la Administración Pública Centralizada, los estados y municipios erogarán alrededor de 1.5 pesos, mientras que en 1994 ellos erogaban sólo 90 centavos por cada peso.
• Durante la presente Administración el gasto primario total se habrá incrementado en casi 10 por ciento en términos reales, mientras los recursos a estados y municipios acumularán un crecimiento real de cerca de 47 por ciento. En contraste, el presupuesto de las dependencias y entidades del Ejecutivo habrá disminuido en poco más de ocho por ciento.
El sólido crecimiento económico registrado a partir de 1996 ha sido fundamental para elevar progresivamente los niveles de bienestar de los mexicanos y para consolidar la política social del Gobierno. En 1998 el gasto social representó 9.2 por ciento, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB). Hace una década era de 5.8 por ciento y entre 1990 y 1995 fue de 7.8 por ciento En 1999, 60 por ciento del Gasto Programable Presupuestario se destinó a funciones de desarrollo social, principalmente a educación, salud y seguridad social. Esta es la proporción más alta en la historia de México.
Apoyos básicos a los más pobres (programa PROGRESA)
El Gobierno del Presidente Zedillo puso en marcha programas destinados a combatir eficazmente la pobreza extrema y a eliminar sus consecuencias, tales como la desnutrición, las enfermedades, la baja escolaridad y la carencia de oportunidades. El Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA) prevé acciones destinadas a combatir integralmente las causas de fondo que generan la pobreza extrema en las regiones marginadas del país.
El PROGRESA llega cada vez a más familias mexicanas que lo necesitan. Actualmente, dos millones 300 mil familias reciben este subsidio del Gobierno Federal; es decir, casi 12 millones de personas, 60 por ciento de esta población no recibía en 1994 ningún subsidio del Gobierno Federal. Ahora la meta para el inicio del año 2000, es atender a dos millones 600 mil familias.
• PROGRESA apoya la educación de los niños en condiciones de pobreza. Gracias al apoyo proporcionado por el Gobierno Federal, en las comunidades PROGRESA la matrícula de primer año de secundaria se incrementó en 30 por ciento.
• PROGRESA ayuda a la salud de los niños en condiciones de pobreza. El número de consultas a menores de cinco años de edad, en las comunidades que atiende PROGRESA, se incrementaron 30 por ciento.
• PROGRESA otorga un apoyo para la alimentación de las familias beneficiarias mediante una transferencia monetaria mensual que, junto con los apoyos monetarios para la educación, representan para una familia rural típica un incremento en sus ingresos monetarios equivalente a casi 40 por ciento del salario mínimo general.
Mayor gasto de los estados
Uno de los instrumentos más importantes para dar más eficacia a la política social fue la descentralización.
Como nunca antes, se transfirieron facultades, responsabilidades y recursos del centro a los gobiernos estatales y a los ayuntamientos.
• Por cada peso que gastó en 1999 el Gobierno Federal, los gobiernos de los estados y los ayuntamientos están gastando 1.48 pesos. En 1994 esta proporción era de 90 centavos y en 1988 era de 51 centavos. Ahora, por primera vez en la historia de México, los gobiernos locales ejercen directamente más recursos
que la Federación.
• El nuevo Federalismo está significando una auténtica redistribución del poder público, tanto económico como político, entre los tres órdenes de Gobierno. También significa promover la democracia y fortalecer la participación social.
VICENTE FOX QUEZADA (2000 - 2006)
PRIVATIZACIÓN DE PEMEX
Fox asegura que no privatizará Pemex ni la Comisión Federal de Electricidad
El nuevo presidente de México, Vicente Fox, reiteró el viernes en su discurso de investidura que no privatizará el monopolio estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ni la estatal Comisión Federal de Electricidad.
"En el marco constitucional vigente, Pemex continuará como propiedad exclusiva de la nación", dijo Fox en su primer discurso oficial como mandatario mexicano, antes de precisar que sí promoverá una transformación en la empresa para hacerla más eficiente.
"Debe reconocerse, sin embargo, que (Pemex) enfrenta una fuerte rigidez administrativa, presupuestal y normativa que le impiden desarrollarse como empresa eficiente y competitiva", afirmó ante el Congreso.
"Hoy ratifico que Pemex será transformada en una empresa manejada con criterios de eficiencia y sujeta a criterios de vanguardia a nivel mundial. Será también una empresa con sensibilidad para las regiones, los estados y los municipios en los que opera", agregó.
PRIVATIZACIÓN DE LA COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD
Con respecto a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la mayor de las dos empresas estatales que controlan la producción y distribución de electricidad en el país, Fox dijo que tampoco la privatizará, pero reiteró sus planes de promover una apertura a la inversión privada.
"No, no, no se privatizará la Comisión Federal de Electricidad ni se venderá ninguno de sus activos", dijo Fox, sin mencionar la otra eléctrica estatal, la compañía de Luz y Fuerza del Centro.
"Promoveremos ante este honorable Congreso la apertura a la inversión a fin de salvaguardar los recursos fiscales para invertirlos en hospitales, escuelas, desarrollo de comunidades indígenas y combate a la pobreza", añadió.
Fox hizo sus declaraciones mientras organizaciones civiles y de trabajadores tenían convocada una manifestación en otro punto de la ciudad para rechazar el apoyo de Fox a la apertura del sistema eléctrico mexicano a la inversión privada.
Fox ha dicho en diversas ocasiones que es necesaria la participación de capital privado en el sector energético y miembros de su equipo de transición han señalado que el mandatario buscará impulsar la competencia en la generación mientras que el Estado mantendrá el control de la transmisión.
Según líderes de las organizaciones participantes en la protesta, las reformas de Fox abrirán la puerta a la privatización del sector.
El gobierno saliente insistió en que era urgente la inversión de unos 45.000 millones de dólares para expandir y mejorar la red eléctrica nacional durante la próxima década.
En los últimos años, el gobierno ha vendido algunos contratos de generación a compañías externas, pero las concesiones enfrentan aún un fuerte control estatal, lo que ha provocado una falta de interés cada vez mayor en esos contratos.
Actualmente trabajan en la industria eléctrica unos 96.000 trabajadores sindicalizados, una de las mayores bases sindicales del país
REFORMA FISCAL
El presidente de la república Vicente Fox Quezada, en su campaña de proselitismo dijo: “debemos implementar una reforma fiscal mas clara y transparente; con una manera de tributación donde los ricos paguen mas que los pobres” Pero estas palabras no fueron lo suficientemente convincentes para el Secretario de Hacienda y Crédito Público Francisco Gil Díaz elaboró una propuesta de reforma fiscal que fue enviada al congreso de la unión en donde se implementó gravar con 15% de IVA en medicinas y alimentos, los argumentos dados fueron el que la gente mas rica gasta mas en estos productos y la gente pobre no tanto; si es cierto pero la proporcionalidad no es la misma ya que una persona de bajos ingresos su ingreso lo destina solo al consumo y una persona de altos ingresos aparte de consumir mas que la persona de ingresos bajos destina al ahorro su excedente.
En fin, esta reforma hasta hoy no ha sido aprobada ojalá no se llegue a aprobar ya que no se pueden poner impuestos de países de primer mundo a un país de tercer mundo. Lo único que hay que agregar es que si México logra aguantar el golpe de la reforma fiscal podría aguantar hasta siete años una estabilización en el tipo de cambio y su economía iría hacia arriba, ahora el problema es que aguante este golpe.